Los niveles bajos de testosterona favorecen el aumento de peso y grasa visceral, mientras que la obesidad, a su vez, produce una disminución en los niveles de testosterona. La relación entre obesidad y déficit de testosterona es, por tanto, bidireccional. Y ambos factores se correlacionan con la aparición de enfermedades cardiovasculares, enfermedades oncológicas y un […]
