

Neolife tiene una Unidad dedicada exclusivamente al hombre, que se centra en el tratamiento de aquellas personas que están atravesando la andropausia –a partir de los 40-45 años aproximadamente.
El término andropausia es utilizado en los hombres para definir un proceso similar a la menopausia en las mujeres, pero con dos diferencias fundamentales:
¿Qué es la andropausia? ¿Cuáles son sus síntomas?
La andropausia, también denominada 'crisis de los 40', se ha atribuido desde hace tiempo principalmente a un déficit de testosterona que se produce a partir de los 40 años, aunque recientes investigaciones han demostrado que no es solo debido a esta hormona. La andropausia tiene una base fisiológica en la caída de los niveles plasmáticos de hormonas como la testosterona, la DHEA o la melatonina, y el incremento de otras como el cortisol o la insulina.
En los hombres el declive de los niveles hormonales empieza a manifestarse a partir de esta edad, incrementando la probabilidad de padecer enfermedades como síndrome metabólico, alteraciones cardiovasculares, diabetes mellitus e hipertensión. Algunas de ellas, como la osteoporosis o el cáncer, son comunes a la menopausia .
La sintomatología de la andropausia se caracteriza por la aparición de:
El cansancio progresivo y los sofocos son algunos de los síntomas que la andropausia y la menopausia tienen en común.
¿Sufre usted andropausia? Conozca su diagnóstico
El siguiente cuestionario le ayudará a saber si sus síntomas son debidos a un desequilibrio hormonal. La andropausia puede comenzar de forma insidiosa incluso antes de los 40 años. No todos los síntomas descritos a continuación son exclusivamente debidos a un desequilibrio hormonal, pero su presencia, junto con valores analíticos hormonales bajos o sub-óptimos, pueden justificar su presencia.
El equilibrio hormonal en el hombre es clave para mantener un buen estado de salud. Testosterona, hormonas tiroideas, estrógenos, dehidroepianndrosterona, cortisol, insulina, melatonina... Cada una tiene su función específica y muchas además interactúan de forma sinérgica.
A medida que los niveles hormonales decrecen, nuestra salud se deteriora, incrementando la probabilidad de padecer enfermedades.
Las hormonas son los mensajeros químicos secretados por distintas glándulas endocrinas que intervienen en el metabolismo de nuestro organismo. La incidencia de las enfermedades relacionadas con la edad se encuentra en gran medida controlada por nuestros sistemas inmune y endocrino, responsables, en parte, de nuestros cambios en el proceso de envejecimiento.
Las Hormonas en los hombres
Con el paso del tiempo todos los síntomas derivados de un desequilibrio hormonal se acentúan debido a la disminución de los valores de la mayoría de las hormonas – estrógenos, progesterona, testosterona, melatonina… - y/o al incremento de otras – insulina y cortisol -.
Pero el organismo no funciona ni reacciona igual en todos los hombres, por lo que es fundamental medirse para averiguar las causas reales del desequilibrio y de esta manera conseguir un diagnóstico acertado y preciso para poder actuar en consecuencia.
A continuación se realiza un breve repaso de las principales hormonas masculinas, sus funciones y el impacto de su desequilibrio en el organismo.
Testosterona
La testosterona es la principal hormona sexual esteroidea. Se produce en las células de Leydig de los testículos por el estímulo de la hormona hipofisaria luteoestimulante (LH).
La testosterona tiene un potente efecto anabolizante en el tejido muscular y óseo. También posee efectos androgénicos, como la líbido o la distribución del vello, a través de su metabolito inmediato, la DHT (Dihidrotestosterona).
Además afecta al estado de ánimo y a la función cognitiva.
Numerosos estudios confirman que en los hombres, a partir de la mitad de la década de los veinte años, los niveles de testosterona total, y especialmente los de testosterona libre, disminuyen entre un 10% y un 20% por década.
Los bajos niveles de testosterona se asocian con la disminución de la libido, la pérdida de potencia en el órgano sexual (dureza, duración), la falta de erecciones matutinas, el bajo estado de ánimo, el aumento de grasa corporal, la disminución de masa muscular y fuerza, la disminución de la densidad mineral ósea y el aumento del riesgo cardiovascular, entre otros.
Estrógenos
A pesar de ser una hormona típicamente femenina, es también fundamental en la salud de los hombres. Los estrógenos en los hombres se producen en los testículos y en pequeñas cantidades en la corteza de las cápsulas suprarrenales. Las cantidades producidas en el organismo masculino son bastante menores que en una mujer.
El estradiol en los hombres es responsable de regular el sistema nervioso, estimular el metabolismo, incrementar el depósito de calcio en los tejidos óseos, participa en los procesos de producción de esperma y regula es sistema cardiovascular reduciendo el colesterol malo.
Los bajos niveles de estradiol se asocian con efectos negativos sobre el sistema cardiovascular, huesos, vida sexual, tersura de la piel, bienestar emocional, sueño, capacidad cognitiva, estado de ánimo y sistema inmunológico.
Hormonas tiroideas
Las hormonas tiroideas se producen en el tiroides y regulan la tasa metabólica de todas las células. Existen receptores para las hormonas tiroideas en la mayoría de los tejidos y, por tanto, afectan a la función de casi todos los órganos y sistemas, especialmente el corazón, los huesos y la grasa subcutánea.
Sus efectos son controlar la temperatura corporal y favorecer el metabolismo del tejido adiposo, lo que ayuda a la pérdida de peso graso y a la bajada de los niveles de colesterol. Son cardio y neuroprotectoras.
Sus bajos niveles se relacionan con ganancia incontrolada de peso, decaimiento, cansancio crónico, depresión, pelo ralo y débil, piel seca, uñas quebradizas, sensación de frío...
Melatonina
La melatonina es una molécula relacionada con la fisiología neuroendocrina. Está implicada en la regulación de los ritmos circadianos y en el ritmo sueño-vigilia, siendo también una hormona moduladora de la actividad del sistema inmunitario.
Se trata de una hormona fundamental en la regulación de la función mitocondrial, para la producción de ATP, que es la forma de energía que la célula utiliza para todas sus funciones. Además, la melatonina es un potente antioxidante y antiinflamatorio.
La falta de melatonina produce una pérdida de la capacidad para la regulación de los ritmos circadianos, provocando problemas en la cantidad y calidad del sueño y del descanso.
Su disminución causa estrés oxidativo y nitrosativo, que se agudizarán cuanto mayor sea el déficit de esta hormona. Esto provoca la inflamación de las células, debilitando el sistema inmunuitario, y por ende, causando enfermedad.
Además, como la melatonina sincroniza los ritmos de los neurotransmisores cerebrales, su disminución afecta directamente a las capacidades cognitivas.
DHEA (Dehidroepiandrosterona)
La DHEA es un andrógeno débil producido por las glándulas suprarrenales, que se sulfata en el hígado y circula en la sangre en su forma sulfatada (DHEA-S).
Es un precursor de numerosas hormonas sexuales, como la testosterona, el estradiol o la estrona. Además, tiene efectos por sí misma en arterias, huesos y sistema inmune.
Los niveles plasmáticos de DHEA-S son un buen biomarcador de envejecimiento ya que bajan entre un 10-20% por década a partir de la década de los veinte años.
Un nivel adecuado de DHEA favorece la reconstrucción de los tejidos (estimulando el metabolismo de las proteínas), ayuda a controlar el estrés (contrarrestando el efecto del cortisol) y tiene efectos positivos a nivel cardiovascular, óseo, inmunológico, sexual, de estado de ánimo…
Cortisol
El cortisol se produce en la corteza de las glándulas suprarrenales, al igual que la aldosterona, la DHEA y otras hormonas. Interviene en el metabolismo de las proteínas, las grasas y la glucosa, y tiene una importante función sobre el sistema inmune.
Al igual que la insulina, se trata de una hormona que aumenta con la edad y con los malos hábitos de vida, produciendo problemas a medio y largo plazo.
Es conocida como "la hormona del estrés", ya que se eleva en situaciones de estrés físico y/o psíquico agudo, como respuesta a la hiperestimulación de las glándulas suprarrenales en la fase 1 o de alarma de Hans Seyle, inhibiendo al sistema inmune.
Sin embargo, una situación de estrés crónico produce una caída de esta hormona y puede reflejar un síndrome de fatiga adrenal.
Insulina
La insulina es la hormona que secreta el páncreas cuando los niveles de glucosa aumentan después de comer y permite la entrada de esta en el interior de las células (especialmente en hígado, cerebro y músculos) para ser utilizada como energía.
La cantidad de insulina necesaria para mantener un determinado nivel de glucosa en sangre es un indicador de la resistencia y la sensibilidad de los receptores de las células a la insulina.
La insulina, junto al resto de indicadores del perfil hidrocarbonatado, se correlaciona con el riesgo de desarrollar una diabetes tipo II y sus consecuentes complicaciones cardiovasculares, renales, neurológicas y de retina, así como con una menor esperanza y calidad de vida.
La diabetes tipo II es una enfermedad que corresponde al 95% de los casos de diabetes. Aparece en los adultos y se incrementa con la edad, el sedentarismo, el sobrepeso y obesidad. Se caracteriza por una resistencia de los receptores de las células a la insulina, hiperinsulinismo en un principio y un agotamiento del páncreas para liberar la insulina en las fases más avanzadas.
La prediabetes puede detectarse años antes del desarrollo de una diabetes tipo II mediante el control de los biomarcadores del metabolismo hidrocarbonatado.
Hormonas Bioidénticas. La Clave
Una correcta y segura Terapia de Reemplazo Hormonal siempre ha de realizarse con hormonas bioidénticas, es decir, se debe evitar la utilización de hormonas sintéticas.
Las hormonas bioidénticas poseen la misma estructura molecular que nuestras propias hormonas y, por tanto, se metabolizan exactamente igual que las hormonas producidas por nuestro sistema endocrino, de una manera natural y sin los posibles efectos secundarios de las hormonas sintéticas, cuya estructura química difiere de las hormonas naturales para potenciar o inhibir ciertos efectos o mejorar su almacenaje.
Estas hormonas se fabrican de forma artesanal y bajo formulación magistral, en la dosis necesaria para cada hombre, con el fin de asegurar que sean biológicamente idénticas. Las hormonas que se venden en la farmacia son todas sintéticas.
Además, las hormonas bioidénticas correctamente aplicadas se absorben directamente y no requieren de la participación del hígado, por lo que no interfieren con los medicamentos para las cardiopatías, la hipertensión, las nefropatías o las enfermedades de la tiroides, ni aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama o de ovarios (en el caso de las mujeres).
Vías de Administración
En Neolife se realiza la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica para hombre, por medio de distintas vías de administración - cremas, geles o parches aplicados sobre la piel, cápsulas orales, comprimidos sublinguales…
El método de aplicación se determina según el tipo de hormona y las características particulares de cada paciente.
La Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica (TRHB) es un pilar clave de la Medicina Preventiva Antiaging y pretende restaurar los niveles hormonales que van disminuyendo con la edad a sus niveles de excelencia. El objetivo es alcanzar un óptimo equilibrio metabólico y hormonal, con el fin de prevenir enfermedades relacionadas con la edad y mejorar todos los síntomas asociados a esta etapa.
Una correcta Terapia de Reemplazo Hormonal tiene que ser:
El protocolo para la realización del Programa consta de dos partes bien diferenciadas, el Inicio del tratamiento y el Seguimiento y Estabilización del Programa.
Inicio del Tratamiento
Los pasos a seguir en el inicio del tratamiento son los siguientes:
Seguimiento y Estabilización del Programa
El tratamiento de Terapia de Reemplazo Hormonal siempre se realizará bajo un estricto seguimiento médico, por lo que requiere de un protocolo estudiado y medido, siempre adaptado a las necesidades de cada hombre.
La Terapia de Reemplazo Hormonal ya se encuentra respaldada por las asociaciones científicas relacionadas con la menopausia y la andropausia, tanto en España como a nivel mundial.
Riesgo y Seguridad de la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica
Se nos plantean dudas como, ¿es segura la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH)?, ¿produce cáncer?, ¿realmente previene la aparición de enfermedades?, ¿nos vamos a sentir mejor?
Si el máximo en los niveles hormonales corresponde con edades entre 20 y 30 años – momento en el que los jóvenes se encuentran en su plenitud vital y funcional y con ausencia de enfermedad... ¿no debería ser bueno mantener estos niveles hormonales en un adulto, reemplazando su déficit con hormonas idénticas a las que nuestro organismo fabrica?
La respuesta es sí. Las hormonas tienen importantísimas funciones fisiológicas para el normal funcionamiento de nuestro organismo.
Pero la palabra hormona tiene una connotación negativa en el entorno que nos rodea, especialmente en nuestro país: ganado hormonado, deportistas dopados con hormonas, cáncer producido por hormonas…
Incluso el colectivo médico no especializado en esta área de la medicina (y no familiarizado con la reciente literatura científica y práctica médica), muestra sus reparos. Es lógico, por tanto, que muchas personas muestren ciertos recelos a la hora de plantearse iniciar una TRH.
La más estricta literatura científica y la práctica médica de los líderes en este campo, asegura que una correcta Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica con un estricto seguimiento médico no supone riesgos en los hombres, sino todo lo contrario: en la mayoría de los casos conlleva grandes beneficios en la salud y la calidad de vida.
La testosterona y el riesgo cardiovascular
La evidencia científica acumulada en los últimos 30 años correlaciona los niveles más altos de testosterona con una mejor salud cardiovascular.
La presunta relación de la testosterona con el riesgo cardiovascular es hoy actualidad. Un artículo publicado a finales del 2013 en JAMA atribuía un aumento del riesgo cardiovascular a los hombres tratados con testosterona.
La testosterona y el cáncer de próstata
Si nos centramos en otro de los posibles riesgos - el cáncer de próstata –, un estudio publicado por Charles B. Huggins en 1941 sobre tan solo 3 casos clínicos, aseguraba la relación entre la Terapia de Reemplazo Hormonal para hombres y el cáncer de próstata.
Pero hace más de 10 años Abraham Morgenthaler (profesor de urología de la Harvard Medical School) publicó en el NEJM sus investigaciones desmitificando a la testosterona como inductora del cáncer de próstata.
Es más, está demostrada la asociación entre los niveles plasmáticos bajos de testosterona con una mayor incidencia de cáncer de próstata.